C, participante de Futur&Co

Hace casi un par de años que te entrevistamos y nos explicaste que estabas estudiando (unos estudios que disfrutabas mucho) y también descubriendo las cosas que te gustaba hacer, como cerámica. ¿En qué momento te encuentras ahora?

Pude terminar los estudios sin problemas, uno de mis mayores objetivos en esta vida que no me veía capaz de cumplir debido a mi situación, pero estando con la tranquilidad en la que he estado estos meses he podido terminarla y actualmente estoy trabajando con algo relacionado con lo mío, no es lo que me gustaría hacer toda la vida pero es un gran comienzo. Disfruté mucho de la cerámica, pero en estos momentos no estoy haciendo nada que destacar, después de descubrir cosas, todavía me queda mucho por descubrir y espero encontrar alguna actividad que me llene, igualmente, disfruto de mi tiempo libre.

¿Cómo ha sido la convivencia en el piso durante estos dos años? ¿Ves algún cambio significativo de los primeros meses en el momento actual?

Creo que todas hemos aprendido cosas sobre la convivencia, buenas y malas, es un gran paso para poder aprender y seguir conviviendo con otras personas. El hecho de no haber escogido con quien vivir y haber vivido con personas que no comparten mis ritmos de vida y formas de hacer ha dificultado un poco mi comodidad en el piso, pero lo que si he aprendido es tener paciencia y entender que no todas maduramos y aprendemos responsabilidades y deberes al mismo ritmo.

Durante este tiempo has recibido el acompañamiento de profesionales del ámbito social como Judit. ¿Crees que vuestro vínculo ha cambiado a lo largo del tiempo? Para ti, ¿qué papel tiene ahora ese acompañamiento?

El tiempo en el proyecto y en el piso me ha pasado muy deprisa, es como si fuera ayer que conocía a mi referente social. Nuestra relación y vínculo ha sido siempre bueno y ha seguido en la misma línea todo el proceso, pero sí que el acompañamiento del principio era más habitual y hoy en día siento que no lo necesito de la misma forma que lo necesitaba hace meses. Actualmente, el acompañamiento está dirigido a la salida, y sé que cuando me desvincule del proyecto puedo contar con ella como profesional.

¿Cómo valoras tu camino personal recorrido hasta ahora?

Lo digo muy pocas veces, pero estoy orgullosa de mí misma y de todo el camino que he hecho. He sabido salir adelante de forma positiva, mejorar, crecer y poder ser capaz de decirme a mí misma que puedo ser una persona independiente. He tenido momentos malos, pero con el aprendizaje que he tenido en estos años los problemas que daba por mayores ahora mismo me parecen insignificantes, he aprendido a relativizar las dificultades.

¿Qué crees que ha sido clave para ayudarte a estar donde te encuentras ahora?

La tranquilidad de saber que tengo dónde dormir, qué comer y que siempre había alguien a quien podía acudir.

¿Qué es lo que más valoras en la vida?

El compromiso conmigo misma y con la sociedad de ser cada día mejor. La tranquilidad y la gente que me rodea, que yo misma he decidido que me rodee.

¿Qué es para ti un hogar?

Un lugar donde sentirme segura y tranquila.

¿Y una familia?

Lo normal es el caso de personas que tienen buena relación con su familia en el sentido estricto de la palabra, que comparten apellidos y sangre, en mi caso, la familia son las personas que uno escoge para que formen parte de la su vida íntima

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Me gustaría seguir viviendo en Barcelona, cerca de mi círculo, crecer profesionalmente y trabajar en el ámbito que me haga sentir satisfecha y llena, continuando disfrutando de lo cotidiano de la vida, y poder algún día formar a una familia. Cosas mundanas que se dan por sentado, pero que no todo el mundo puede conseguir.

¿Qué le dirías a una persona joven que se encuentra en situación de sin hogar?

Siendo realista la situación es cada vez más complicada, pero, si se tiene la oportunidad de vincularse con alguna asociación, fundación, público o privado... Que se aferre a estas oportunidades y recursos, que se deje acompañar y que siga los planes de trabajo que se marquen, tarde o temprano se puede salir de la situación. Se debe aprender a valorar las prioridades. Cada caso es un mundo, en mi caso ha sido un camino de cinco años, pero hay gente que necesita más. Es una pregunta muy difícil de responder.